jueves, 10 de febrero de 2011

Junto a ti yo quiero estar

Es que besar tus labios es como tocar el cielo...


Sabes que te quiero





Junto a ti yo quiero estar 
y
Quiero envejecer a tu lado


D



A mi esposo maravilloso

¡Gracias por estos años juntos!






lunes, 7 de febrero de 2011

El sufrimiento es siempre ese corto periodo antes de la victoria final

De estas notas hace ya un año, el 4 de Febrero comencé con una pequeña molestia en mi pierna izquierda que a los tres días me postró en una cama






El primer pensamiento que vino a mí al comienzo de esta enfermedad fue “Señor enséñame pronto lo que tenga que aprender” ayúdame a ser obediente y pon atentos mis oídos a tu voz. En esta mi vulnerabilidad, lo primero fue sentir un amor tan profundo por mi esposo como antes no había sentido!

Vanidad de la vida, todo es vanidad… solo permanecen la fe, la esperanza y el amor.


Cuando el dolor se hizo tan intenso, como si estuviese conectada a la corriente eléctrica, en mi mente se agolpaban todas los sufrimientos y miserias de la humanidad. Qué terrible pensar que otros antes habían pasado por estas circunstancias, o los que están ahora bajo los escombros producidos por el terremoto, o qué de los cristianos que están sufriendo la más terrible injusticia a causa de su fe… Pensaba Dios mío, esto es insoportable, soy débil, yo no podría pasar por la prueba de fuego de no negarte a ti… me conmovía en mi interior de terror, Dios mío, yo no podría…


Dios con su tierno amor una vez más vino a mi encuentro, me consoló, puso en mí una paz que el mundo entero no podría darme… ese momento reveló una nueva dimensión de su presencia dándome la confianza para emprender el viaje a lo desconocido, rompiendo ese muro de temor ante una nueva perspectiva de lo que habría de venir… y si esto era más que una simple ciática -no soportaba ponerme en pie ni para hacerme una radiografía...


Como en un susurro vino a mi mente la respuesta:

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir”. 1Co 10:13


Dios mismo estaba permitiendo esta prueba, y Dios es el que pondría el límite, un límite marcado por Él mismo que el diablo no puede traspasar -Eso me tranquilizó- No sería abandonada a mi suerte, Dios mismo estaría conmigo ayudándome a soportar.


Desde ese instante se disiparon mis temores a una intervención quirúrgica o quién sabe qué, mi oración ahora era Señor ayúdame a soportar este dolor… Jesús simplemente quería que confiara en Él cómo siempre había hecho,  Él simplemente quería que mantuviera el ánimo y confianza aún en las horas más oscuras de la prueba. ¡Eso es todo!


Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba; porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.

Santiago 1:12